Algunos regímenes prometen una pérdida de peso rápida a cambio de comprometerte a respetar una alimentación estricta. A menudo se trata de regímenes hipocalóricos basados en la disminución significativa de glúcidos y lípidos. Aunque estas dietas pueden repercutir en la pérdida de peso a corto plazo, suelen ser la causa de un aumento igual de importante o de deficiencias alimentarias que pueden tener efectos nefastos para tu organismo y tu bienestar. El cerebro, privado de azúcar o de materia grasa, tenderá en la primera ocasión a compensar la privación que ha sufrido con un exceso de consumo de productos grasos y azucarados, acabando así con todos tus esfuerzos. Es importante acostumbrarse a una dieta equilibrada y progresiva para tener todas las posibilidades a tu favor de conseguir una pérdida de peso sostenible sin efectos adversos. Además, para ayudarte a afinar la silueta más rápidamente y a mantener un buen tono muscular, puede ser aconsejable realizar una actividad física de intensidad moderada, como la marcha rápida, la natación, la bicicleta...
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